Operación segura aún con temperaturas de agua muy cercanas al punto de congelación. Es posible disminuir la temperatura del agua hasta 0.5 ºC.
Bajos costos de operación, menor consumo energético, debido a la alta temperatura de evaporación y un mejor Coeficiente de performance (COP). Amplia ventaja frente a la utilización de hielo.
Alto rendimiento gracias a su fiable transferencia de calor en la película descendente.
Temperaturas de evaporación menores a las de diseño, no producen bloqueos de hielo, ni daños al equipo. (como sucedería en un intercambiador de placas PHE).
Sistema abierto, fácil acceso, fácil limpieza.
Totalmente soldados. No hay juntas ni sellos entre el agua y el refrigerante.
Operación segura aún con aguas con contenido de suciedades.
Construcción sanitaria para evitar la formación de hongos y asentamiento de suciedades.
Bajos costos de mantenimiento.
Bajas caídas de presión del lado del agua. Bombas más pequeñas y menores costos de operación para el mismo caudal de agua.
Sistema de alimentación de refrigerante por recirculado e inundado.